Hay músicas que no se eligen: te eligen ellas. Son las que te acompañan desde siempre, las que te enseñan a sentir antes que a tocar.
De esas raíces nace este proyecto.
Lo he creado junto a dos de mis mejores amigos, con el deseo de volver a la música que realmente nos mueve.
Sin modas, sin pretensiones, sin la presión de estar “al día” o “de gustar a todo el mundo”. Solo quiero volver a tocar por el simple placer de hacerlo, por el impulso de algo verdadero.
Esta es la música con la que crecí, la que me formó, la que me recuerda quién soy.
Y hoy, por fin, la comparto tal como la siento: libre, sincera y viva.